miércoles, 30 de noviembre de 2011

Nobody said it was easy


No one ever said it would be this hard.


Oh, take me back to the start.


The Scientist - Coldplay

Jewish, in the ghetto, not afraid of anything.

Estoy re Strokes, más Strokes que cuando me enteré que venían, más Strokes que el día anterior a que toquen, más Strokes que el día después, pero obviamente no tan Strokes como cuando tocaron, ese día sí que fue un "Strokes Day", peor que aquellos que tenía cuando tenía 14 años. Pero en ese entonces me reventaba la cabeza con Room On Fire, después me dio otro shock cuando salió First Impressions Of Earth; y ahora otro más con Angles (que lo hubiera comprado si no saliera $50 y a esos pesos los necesitara demasiado para mi entrada del Quilmes Rock, vamos que cobro la semana que viene y me voy a comprarla). Me di cuenta que esta banda puede contra mis prejuicios de CD nuevo, siempre tienen algo nuevo para ofrecerme, además de la hermosísima cara de Julian Casablancas, my hero.


Cambiemos un touch de tema. No puedo escribir nada demasiado coherente acerca del mundo que me rodea, el dolor de ovarios me bloquea las neuronas, y ni hablar que tengo un parcial mañana y yo estoy acá, escuchando The Strokes y escribiendo esta pavada, que me puede costar un recuperatorio de una materia boludísima el mismo día del parcial de Filosofía. Ahí sí que muero, o sea, no leí nada de Kant, me olvidé todo lo de Hume, estúpidos feriados y días en los que llegué demasiado tarde, se me está yendo el conocimiento como una bolsa de plástico de hipermercado agarrada por una sudestada. Sí, fuerte, porque se va muy lejos. Y yo tenía que buscar qué carajo era el marketing croscultural. Ahora lo busco.

martes, 29 de noviembre de 2011

Una de tres.

Administración General


Segundo parcial: 10 (diez)
Nota final: 9 (nueve)




A DEN TRO!

viernes, 25 de noviembre de 2011

Ricky

Le tenías miedo a la cámara, se te nota en los ojitos. Y me acuerdo que tenías en el collar todos los pedacitos de cadena que rompiste. ¡Así me gusta! En contra del sistema como la tía.
¿Por qué te fuiste, malo? Justo a fin de año, cuando más te converso, cuando más te necesito. Crecimos juntos, yo tenía seis añitos cuando te trajeron a casa y meabas por todos lados porque estabas asustado, te tiraba una pelotita de tenis y vos me la traías sostenida entre los dientes (rompiste unas cuaaantas), era feliz cuando terminaba la tarea y jugaba con vos. Te comías las cosas que yo no quería, te pasaba comida de contrabando sin que me vea papá porque me iba a retar si te daba pedazos de pizza o cosas que a mí me parecían tan ricas y quería que vos probaras.
Me dolió, me dolió mucho verte tendido en el mismo lugar donde jugábamos a la tardecita; me dolió enterrarte abajo del árbol de palta donde te gustaba quedarte en el verano porque estaba fresquito, había sombra y de paso cazabas algunos pájaros, larva. Ni siquiera los comías, era tu pasatiempo o algo así.
Pasaron trece años desde el día en que te trajeron. El 17 de agosto fue tu cumpleaños, me encantaba saludarte y regalarte comida a escondidas. Amaba sacarte las garrapatas, acariciarte a modo de cepillo para  sacarte el pelo que estabas cambiando, ver tu carita contenta cuando me veías porque sabías que eras una de las cosas que más amo en la vida, y así va a ser siempre.
Me estaba armando los rulos cuando me enteré que me abandonaste. Rompí en llanto, obviamente, no estaba lista para esto, en absoluto, y menos ahora. Te acaricié, te dejé una rosa y colaboré para enterrarte, me llené las uñas de barro y te lloré un poco encima, perdón.
Te extraño MUCHO, ¿sabés? Mucho, mucho, mucho. Y quisiera creer en una segunda vida para pensar que estás allá y estás mejor. Pero no, la vida es una sola, no hay almas ni espíritus y vos me dejaste para siempre. Creo que eso es lo más doloroso. Te amo bebito, gracias por tanto amor.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Rage, age, your fucking mother.

Estoy podrida, no me banco a nadie, debe ser la época del año, el cansancio mental, el estrés, el vacío, mi máquina cerebral que no sirve para una mierda, el trabajo, el estudio, los parciales, ese trabajo práctico que se me cae en la cabeza y por el que no moví ni un pelo, la gente que se cree importante y me puede chupar la axila, los tarados que escuchan Tan Biónica ahora y hace dos años ni los conocían, yo hace 3 años me cortaba escuchándolos. SO WHAT. Sí, no me interesa decirlo, hacerlo público, que la gente lo sepa. Además tengo un montón de cicatrices más visibles que tu cara de concha, por ende, son obviedades. Sí, me cortaba. Sí, en 19 años cuento con un intento de suicidio fallido porque me llevaron a otro lado y no me dejaron sola en mi casa para que haga lo que deberían haber hecho cuando nací. Cómo no se dieron cuenta? O sea, nací ahogada, con problemitas, siempre con problemitas. Ocho días en terapia apenas nací, siempre quilombos. Se me cayó un mueble encima cuando tenía 4 años, más quilombos. Me desmayé y me dí la cabeza contra el piso a los 10 años, más quilombos. Tengo palpitaciones, soy de presión baja, soy obsesiva, celosa, histérica, tengo depresión crónica, soy borderline, paranóica, conchuda profesional, fracasada, me angustio demasiado fácil; soy dependiente, asquerosa con la gente que no conozco, extremista, ingenua pero a veces demasiado desconfiada; le tengo miedo a los perros de la calle, a la oscuridad, a las ratas, a Linda Blair y la madre que la parió; tengo un año y medio de carrera hecho y estoy a punto de arrancar otra cosa; tengo un trabajo que hace que vuelva todos los días a mi casa con un nudo en la garganta, tengo un novio bipolar, algunos amigos ausentes, padres sobreprotectores que no se fijan en lo que me pasa y sólo se ocupan de darme techo y comida como si fuera un vegetal que no necesita una palabra de aliento. Soy una mierda de persona, lastimé a mucha gente, pero a mí también me lastimaron así que me importa un carajo; digo cosas de las que me arrepiento, soy hiriente, soy un sorete. Y son todos capos, no? Todos autoritarios, todos tienen la verdad absoluta, todos pueden tapar el sol con el pulgar, son todos superpoderosos. Por qué no se van a cagar? No se dan cuenta que son un pedacito de mierda en todo este mundo insoportable? Qué tanta grandeza tenés que sentir? Tanto amor propio tenés? Prestame un poco, porque estoy harta de esta vida de mierda. Sí, me dicen que soy ácida escribiendo, que soy barderita, que soy re canchera, que si me leés te hacés una imagen de mí que no es la real porque soy "un sol para los chicos", ponele, que me hago odiar escribiendo de esta forma porque lastima lo que digo. Yo no quiero lastimar a nadie más, entendés? Yo lo único que quiero es que este mundo vacío y falto de sentido se vaya a la concha de la madre re putísima y me deje de romper las pelotas. Tengo 19 años, estoy deprimida, llena de quilombos y lo único que quiero es enterrarme diez metros bajo tierra, si podés ayudame, si no seguí pasando las 24 horas de tu fucking día haciendo lo mismo que hacen todas las fucking personas que me rodean, mirate el ombligo y date cuenta de que existo cuando esté dos metros bajo tierra y no puedas hacerme volver. Chau.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Numerizando.

Cero inspiración
Una bandana negra comprada por mi novio (¿no seré demasiado "jarcor"?)
Dos porciones de tarta me manduqué
Tres parciales están a punto de caer en mi cabeza
Cuatro materias tenía cuando arranqué el cuatri
Cinco quise hacer el cuatri pasado y no lo soporté
Seis son los días de la semana en que duermo mal
Siete son las horas que desearía dormir
Ocho años tienen las personas que provocaron mi dolor de garganta
Nueve materias de la carrera voy a tener adentro cuando termine el año (espero)
Diez minutos es lo máximo que espero antes de desesperar
Once meses duró mi primer noviazgo
Doce es una fecha que odié por años

Trece años tenía cuando me obsesioné con Green Day
Catorce años tenía cuando me empecé a autoflagelar
Quince meses cumplíamos cuando nos separamos
Dieciséis cicatrices (o más) debo tener en el tobillo izquierdo
Diecisiete es nuestro aniversario
Dieciocho años, linda edad
Diecinueve años tengo hoy en día
Veinte horas (masomé) trabajo en el mes (en el colegio)
Veintiuno de septiembre es un día primaveral
Veintidós es el número que distingue a los "locos"
Ventitrés del mes pasado fui a ver a Boom Boom Kid
Veinticuatro es una serie copada
Veinticinco meses cumplimos en dos días, negro feo ♥ (es un decir, vos sos hermoso :$)



martes, 1 de noviembre de 2011

Noviembre, volumen II.

En tres días me voy al Personal Fest.
En tres días uso esa entrada que tengo guardada hace muchísimo.
En tres días me tomo tres bondis para irme hasta GEBA (y todavía no se cómo volver).
En tres días tomo revancha de aquel suceso del 2005.
En tres días cumplo un sueño que tengo hace 8 años.
EN TRES DÍAS ME VOY A VER A THE STROKES.

¿Entendés la magnitud de eso? Yo todavía no caigo, estoy en estado de shock.

Winner.

Creo que sin piñatas ni caramelos la comparación más acertada es esa en que una persona que está por pasar en frente tuyo sonríe y saluda alegremente, vos sonreís y te acercás, y ahí ves que una persona que venía atrás tuyo corre con mucha alegría, saluda a esa persona felizmente y te ridiculiza al mango.
Y por fin, una vez en la vida, no me tocó el papel del ridículo.

Noviembre.

Martes, 1º de noviembre.
3 pm.
Lugar: Fucking curso, como todos los martes (si dios quiere, diría Su Gimenez)
Tengo frío, alergia, un poco de sueño. Hambre, bastante. Cambié la milanesa del comedor de la UNQ por un yogurt Ser con colchón de frutas que fingió haberme saciado y ahora le rezo a Palito Ortega para que lluevan panchos con papas fritas, o un matambre a la pizza, why not.
El dilema comenzó ayer cuando me pesé y vi que estoy 3 kg arriba de mi "peso ideal". Mido 1.61, soy un pitufo delineado que pesa 58 kg por no dejar de comer boludeces. Dicen que cuando subís de peso y comés mucho es porque estás feliz. A veces lo estoy, a veces la paranoia me juega una mala pasada, pero mis manos no se desprenden del tenedor y el cuchillo, o la bolsita de Tortitas black, o alguna que otra boludez que tenga ganas de comer. La pizza, la hamburguesa, el chocolate y demás cosas se apoderaron de mí a tal punto que me siento feliz cuando como algo rico.
Ok, siento como si estuviera haciendo una presentación para entrar a Cuestión de peso, quizás es porque quiero ir practicando para que no me tome desprevenida, ¿viste? Uno nunca sabe. La cuestión es que comí un estúpido yogurt de 119 calorías y ahora muero de hambre, ESE ES EL PUNTO. Cuando llegue a mi casa me como lo primero que encuentre si tengo un touch de tiempo antes de ir a laburar, me cago en mis tres kilos de más, en algún momento dejaré esta insulsa vida sedentaria y haré algo productivo, ahora dejame comer que me enferma y me pone odiosa tener hambre. La verdad que no entiendo como antes aguantaba, ahora masticaría una pared.
En una hora y veinte minutos corro hacia mi casa, sí, CORRO -jeje(?)-, no more comments.