Nadie me entiende, nadie me ayuda, me dejan sola, tirada como un perro. Todos se van con el chiche nuevo (y negro) y de mí ya ni se acuerdan. Si no van a cumplir lo que prometen directamente no abran la boca, no mientan, ni se gasten, no me ilusionen con una compañía que jamás me van a brindar. Me duele en el alma, me llena de angustia, me tira al suelo y me pisotea hasta que me saca la masa encefálica por la nariz. Me patea el estómago hasta que escupo sangre, me provoca fracturas expuestas, me arranca los ojos, en pocas palabras: me mata.
Es doloroso el olvido, es doloroso el abandono, pero mucho más doloroso es el reemplazo. El trapo de piso que usa mi mamá para limpiar el piso tiene más valor que yo en este momento. Y es horrible sentirme así porque (reitero) mi fin de semana no pudo ser mejor, pero mi mente rescata cosas malas, las hace girar en mi mente y hace que me destruyan el corazón. Me siento deprimida, angustiada, falta de ganas, como me sentía hace un mes. Es un retroceso tan grande, pero tan grande... Igual estoy teniendo retrocesos de años, esto no es nada. No quiero enterrar la cabeza en la tierra como en otras situaciones, quiero sufrir, quiero escarmentar, necesito hundirme en mi ocaso y arrancar de cero.
C A T A R S I S Y A !