Ok, yo había puesto un tema de Breathe Carolina para que el ingreso a mi blog sea más amigable pero parece que se envició con KoRn y no quiere simpatizarle a nadie, es re antonelístico, por eso es mío.
Bien, hoy fue un día muy agotador, y recuerdo haber escrito una especie de reseña pelotuda como las que hago acá mientras estaba en la Plaza del Maestro esperando que pase un poquito el tiempo así me tomaba el 263 para irme a mi casa.
NO LO TERMINÉ, PERO LO DEJO Y LE SUMO LO DE HOY :)
Estoy resfriada, muy resfriada y quedarme en mi casa aumenta mi malestar, siempre me pasa, si me mantengo activa me curo más rápido, SIEMPRE AL REVÉS. Mientras tomo este horrendo té descongestivo y me mando mensajitos con mi bebu $: pienso en que necesito un poco de paz, que quiero respirar como persona y no como el Jefe Gorgory cuando se curó del asma y que tengo mil cosas para estudiar y estoy pelotudeando frente a una pantalla. No tengo tiempo de escribir porque tengo que trabajar en una hora, pero simplemente arruiné mi blog cambiándole la letra y los colores, intentando sacarle un poco de oscuridad y ponerle un poco de positivismo. Mi madre ve a Denise Dumas llorando y yo me siento Einstein.
Mientras tendía la ropa cantando la marcha de San Lorenzo me dí cuenta de que los jóvenes rockeros solemos ser fanáticos póstumos, porque la mayoría de nuestros ídolos ya no están físicamente o las bandas se desintegraron. Me puse a pensar cómo sería ver a Nirvana en vivo, cómo me sentiría viendo a la formación original de Slipknot, qué pasaría por mi mente viendo a Led Zeppelin en los '70, con pantalones ajustados y rulos al viento. Pero no, nací en una época donde lo más interesante es ver cumbieros con la nuca tatuada al mejor estilo De Narváez o dos pelados con lentes cantando guarangadas que pretenden ser románticas y no son más que cantos de ganso.
¿Qué más decir? Perdón blog, te hice MIERRRDA, pero sé que me vas a comprender. Como, duermo, no leo horóscopos, no lloro antes de dormir, definitivamente estoy progresando (por las dudas no lo digo demasiado, suele ser un mal augurio).
No hay comentarios:
Publicar un comentario