Estoy re Strokes, más Strokes que cuando me enteré que venían, más Strokes que el día anterior a que toquen, más Strokes que el día después, pero obviamente no tan Strokes como cuando tocaron, ese día sí que fue un "Strokes Day", peor que aquellos que tenía cuando tenía 14 años. Pero en ese entonces me reventaba la cabeza con Room On Fire, después me dio otro shock cuando salió First Impressions Of Earth; y ahora otro más con Angles (que lo hubiera comprado si no saliera $50 y a esos pesos los necesitara demasiado para mi entrada del Quilmes Rock, vamos que cobro la semana que viene y me voy a comprarla). Me di cuenta que esta banda puede contra mis prejuicios de CD nuevo, siempre tienen algo nuevo para ofrecerme, además de la hermosísima cara de Julian Casablancas, my hero.
Cambiemos un touch de tema. No puedo escribir nada demasiado coherente acerca del mundo que me rodea, el dolor de ovarios me bloquea las neuronas, y ni hablar que tengo un parcial mañana y yo estoy acá, escuchando The Strokes y escribiendo esta pavada, que me puede costar un recuperatorio de una materia boludísima el mismo día del parcial de Filosofía. Ahí sí que muero, o sea, no leí nada de Kant, me olvidé todo lo de Hume, estúpidos feriados y días en los que llegué demasiado tarde, se me está yendo el conocimiento como una bolsa de plástico de hipermercado agarrada por una sudestada. Sí, fuerte, porque se va muy lejos. Y yo tenía que buscar qué carajo era el marketing croscultural. Ahora lo busco.