domingo, 24 de abril de 2011

Pascuas.

Pero qué día de mierda, la puta madre.
Estas fiestas católicas en las que me siento un cero a la izquierda... No sólo por la nulidad de importancia, sino también (y más importante aún) porque como tanto chocolate que estoy a punto de salir rodando al mejor estilo bola de nieve en plena avalancha.
Debería estar estudiando para el parcial del viernes, siempre dejo todo para último momento, pero estaba concentrada esperando que "algo" me inspire y me de las ganas que honestamente no tengo. Últimamente me vuelve a pegar la angustia, me atrapa la depresión, quizás es por el fin de semana largo y mi ausencia de actividades motrices, el hecho de convivir en un lugar donde todo el mundo se queja y/o pelea todo el tiempo y no se puede estar tranquilo, otras cosas que quizás no son como pienso pero me rompen demasiado las pelotas y me bajonean al punto de sentir que toco el núcleo terrestre con la punta del dedo gordo del pie.
Me voy a traer los auriculares y vuelvo, el relato del partido de San Lorenzo no me inspira.
Ok, puse Black Hole Sun, tema bastaaante bajonero pero que me encanta y nada, la voz de Chris Cornell es lo más.
Recordé algo en lo que pensaba hace un par de días y quería escribir pero siempre me olvido...
El hecho de comprender o sentir cierta empatía a causa de una canción o una obra de arte cualquiera que no nos identifica precisamente, pero nos hace sentir ese "algo" que algunos llaman comprensión y yo prefiero llamar h u m a n i d a d.
Por ejemplo; últimamente me pasa con una canción en particular (GOD; amo mi celular, está en aleatorio y sabe que quiero escuchar Song for the deaf de Queens of the stone age y comienza a sonar, el aleatorio me lee la mente, lo se). Volviendo a donde estaba... La canción de la que hablaba es "No Sex" de mi adoradísima banda Limp Bizkit. Es muy extraño que un tipo se queje de que sólo coje y no recibe afecto, eso es muy de mina, las mujeres lo sabemos. Pero el tipo en la letra, en la voz, en todo... pone tanta pero tanta agonía que me dan ganas de agarrar a la mina que estaba con él cuando escribió esa letra, ponerla contra la pared, golpearle la cabeza y extirparle las amígdalas con un cuchillo de carnicero. Flaca, ¡date cuenta! El tipo te quiere. (Lo que daríamos todas porque un flaco nos diga "mi amor, basta de cojer, estemos abrazados un rato o pasemos tiempo juntos, compartamos otras cosas, quereme como la tierra quiere al agua"). Sufro cuando lo escucho, se que estoy bastante mal de la cabeza, pero me transmite ese sufrimiento, y eso es lo que me gusta encontrar en la música que escucho: transmisión de sentimientos. Wow, entendí algo de mí, no puedo creerlo. ¡FIESTA!
Basta, las pascuas me afectaron demasiado, debería ponerme a leer Mochón y Beker. Me quedo con Morrissey en los oídos y el corazón en el Cruce de Varela.


PD: Empezó Puto de Molotov, pero ya le puse título a la entrada antes de empezar a escribir. Lo siento frijoleros.

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