lunes, 9 de enero de 2012

01:11 am, ST: 33°

No tengo ni dos gramos de inspiración, pero a veces está bueno arrancar así porque después surgen cosas de las que ni te acordabas y te producen un fuerte revuelo en la cabeza que te desvela y te hace llorar (qué positivo).
Últimamente me estoy cruzando con demasiada gente histérica, y que yo recuerde no hice ningún casting para tenerlos en mi vida las 24 hs del día. No, soy poco tolerante, vayan con sus dramas a la iglesia, tienen una acá a dos cuadras de mi casa. Bonita, descuidada, no entro hace años, el ateísmo es así, no entrás a la iglesia. Puedo asegurar que me enferman, me sacan de quicio. Uno más dramático que el otro, y después la indispuesta soy yo, pero no, a mí me viene a fin de mes. No me caben tus vueltas, no sos más interesante, te volvés insoportable. Y nada, por esas escenas dramáticas al mejor estilo Andrea Del Boca me estoy quedando sin "amigos". El que no te hace una escena te cambia por una loca empastillada y se olvida de que tu corazón todavía seguía latiendo y que, por el momento, no te enterraron en ningún cementerio público ni tiraron tus cenizas en el Cruce de Varela.
Me levanto al mediodía, estoy más tranquila que mar sin viento. Pero bueno, siempre hay alguien que quiere cagarte la existencia, y yo soy la pelotuda que lo permite.
Tengo que dejar de permitir que la gente provoque el cambio en mis estados de ánimo, tengo que ser un poco más fuerte e independiente como lo vengo haciendo hasta ahora. Igual, ponele que digo lo mismo hace casi cinco años y jamás terminé de concretar el deseo, soy medio tonta, hay que admitirlo.
Cerrando un poco porque me quiero ir a acostar, el sábado fue uno de los mejores días de mi vida. Carajo y Attaque 77 en un mismo escenario, no puedo pedir más. Mañana cuando esté menos enconchada escribo algo más angelical, hoy no quiero que me rompan las pelotas. Saludetes.

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