martes, 1 de febrero de 2011

Mátenme.

Ok. Yo estaba contenta porque en estas situaciones de la vida el dolor y la angustia son placenteros y tranquilizantes, más que un dardo de esos que les tiran a los caballos; de todos modos me reservo los detalles porque no es esa la imagen de mí que me interesa mostrar. Entonces, ¿qué pasa?. Me molesta la indiferencia, quien me conoce sabe PERFECTAMENTE que odio la indiferencia, me hace mal, me hace sentir más inútil y vacía que cualquier otra cosa. Y ni hablar de toda la gente que me está haciendo sentir inútil y vacía en este momento de mi vida. Basta, me cansé de todo (otra vez). Lo único que hago es intentar volver a ser feliz, y mi cara demuestra todo lo contrario. Estoy sensible, lloro por las cosas que pasan en las novelas, lloro por las cosas que me pasan, lloro por las cosas que me dicen... y más que nada lloro por las cosas que NO me dicen. Por las nulas demostraciones de afecto, de apoyo, de lo que necesito. Siempre lo mismo, siempre vacío, siempre infierno y nulas posibilidades de escapar. Me harta vivir, me cansa todo.
No quiero saber más nada conmigo ni con nadie. BASTA.

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