Genial, una se levanta a la mañana convencida de que su vida es perfecta, porque es perfectamente monótona. Me despierto, consumo el puto desayuno, tomo el puto colectivo, voy a la puta facultad, duermo la puta siesta, hago el puto curso, me siento en la puta computadora y me voy a dormir como una puta sin empleo. ¿Qué tendrá de feliz la monotonía? Para mí, absolutamente nada, pero bueno, hasta el día de hoy quise convencerme de una felicidad superficial que no me llena ni la epidermis.
La pregunta perfecta sería: ¿Qué carajo pretendo yo de la vida?. Quizás que me preste un poco más de atención, a fin de cuentas es MI vida de la que estamos hablando, no de la vida de todos. Quiero una sorpresa, una sonrisa espontánea, un algo que me recuerde que estoy viva, que mi corazón late, que mi cerebro desgraciadamente aún funciona, y recuerda... recuerda demasiado para mi gusto.
A veces siento que voy a morir conservando esos recuerdos que tanto me lastiman. Mis amargos 16, la peor época de mi vida, de la que más aprendí, aunque soy tan idiota que nunca dejo de cometer los mismos errores; me falta volver a esconder el filo del sacapuntas entre la ropa interior limpia para llevarlo al baño y sangrar plácidamente antes de bañarme. Cuanta idiotez, cuantas marcas que no pretenden irse. Pero volviendo al tema de mis recuerdos, no puede ser que todavía me carcomas el cerebro :S O sea, jamás volvería con vos, me tengo un poco de cariño (bueno, no, pero no volvería con vos), pero igual, me agrada saber que estás SOLO, como lo merecés, y me gustaría mucho más que también seas infeliz, MUY infeliz, casi tanto como yo lo fui con vos.
Basta de resentimiento, basta de todo. Mi cabeza es un quilombo, pensé que estar enamorada me iba a equilibrar. El equilibrio es una mierda, pero aunque quiera no lo consigo.
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