sábado, 14 de noviembre de 2009
Alive.
Revivamos el blog (?). Felicidad superficial. Cómo distinguirla de la felicidad certera? El que lo sepa que por favor se comunique conmigo, es URGENTE. Cómo diferenciar una cosa de otra? Es complicado, más si sos estúpido como quien les habla i no sabés distinguir un tirabuzón de un tallarín. No viene al caso, sigamos. Debilidades, oh debilidades. Esas que te persiguen hasta donde ya no te persigue ni tu sombra. Te encierran, te asfixian, te confunden, te molestan. Cómo hago para cambiar de parecer? Esto es extraño, este no es mi mundo. Metas a futuro, solamente a futuro. Y el presente qué, man? Reaccioná, wake up. La vida es HOY. Y si hoy no puedo disfrutar lo que vivo mañana aparezco ahorcada, desangrada, con los sesos volados o quizás simplemente con los ojos rojos de tanto llorar. No exageremos, no dramaticemos. El suicidio no es lo mio, no es mi estilo. Admitámoslo, soi una persona total i completamente maricona. Además.. A quién le querés vender el verso de la loca suicida sin escapatoria? No jodamos más, viví situaciones peores. Las sufrí de muchas formas, i no me morí. Me caí al peor agujero negro, i no me morí. Perdí a quien creía que era el hombre de mi vida, i no me morí. La autodestrucción era un acto cotidiano, i no me mató, me aburrió. Un dia, vaya a saber cuando, me di cuenta de que era demasiado. O sea, te podés morir tranquilamente i a nadie le vas a llamar la atención. Asi que si a algún idiota se le da por decir que mi autodestrucción era para llamar la atención, metete en un pozo i rociate con ácido mientras tomás una pastilla de cianuro con un vaso de agua de zanja con proporciones altas de arsénico. Ubicate en el mundo en que vivís, si quiero llamar la atención me compro un cartel con luces de neón i me lo pego en la frente, o me compro ropa fluorescente, o me voi en bolas i con una cresta verde al colegio, o le pego al colectivero, que se yo... Hai tantas formas poco autodestructivas para llamar la atención. Si me quisiera un poco quizás las hubiese elegido. Pero tengo una especie de decepción conmigo misma. No me quiero, no me tolero. Es la clásica I HATE MYSELF i no me quiero ni ver. Odio las fotos, odio los espejos, odio todo lo que me refleje. No me soporto, me doi asco. Odio mi cara, mi pelo, mi cuerpo, me odio. Odio mis marcas... pero bueno, fue idea mía. Y no me arrepiento.. JAMAS! Antonela no se arrepiente de las cosas. Me gustaría mutar o algo asi (?) para no tener esas marcas, pero ya está, en su momento fue lo que me alivió. Me fui al joraca, como siempre, la que te jedi es más colgada que una tonelada de perchas de alambre :|. That's all. Quiero que esta alegría no sea momentánea.
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