martes, 20 de noviembre de 2012

Y ponele que me copia hasta los títulos de las entradas de blogger . . .

Surprise, motherfucker.

El boomerang de la vida.
Siempre vuelvo donde empecé, nada cambia. Pasa el tiempo y sigo acá, estancada en lo mismo, pensando en las mismas cosas que hace años, con los mismos sufrimientos acumulados.
Es así, la facultad y el trabajo me consumen un poco... y prefiero hacer pequeños descargos en twitter antes de vomitar diez millones de quejas en un texto de un par de párrafos. Creo que aburro a la gente con lo mismo, como la gente me aburre a mí, cosas que pasan.
Cuando mi vida está acomodada en una rutina asesina y de vez en cuando lanzo una carcajada empiezo a sentir que el sol brilla para mí. Pero después, cuando llega la noche, cuando estoy abajo de la ducha o mirando el techo pensando qué twittear digo: "la pucha! no es todo tan lindo como pensé". Y pienso, y maquino, y lloro, y quiero mandar todo a la mierda... hasta que cierro los ojos, me duermo y me despierto con cara de idiota y pensando que todo se arregló.
Pienso si tengo que volver a terapia, o gritar a los cuatro vientos todo lo que me hiere, quizás ser un poco menos permisiva con las personas que suelen lastimarme, darle menos importancia al afuera, no estresarme, disfrutar lo que hago. Hay millones de alternativas y siempre elijo la peor: tomar cada día como si fuese una tortura a soportar. Ese es mi error, ¿no?. Sí, ponele que sí.
Algún día cambiaré, como me lo vengo proponiendo hace 5 años. Si no, seguiré molestando a la gente que lee estos humildes renglones. Gracias.

sábado, 16 de junio de 2012

Animalito doméstico chiquitito

Cuando me desperté sonreí
No era por vos ni por mi
Sino porque vi el reloj
Era muy temprano
Y podía seguir durmiendo.
No me gusta soñarte porque después no me acuerdo
No me gusta pensarte porque flasheo y me paso la parada del bondi
No me gusta no recordarte porque siento culpa.
Todos esos sentimientos se juntan y estallan en mí.
No me estupidiza que me mensajees
Ni me enamora que me hables al oído
Prefiero quedarme tranquila, en lo mío,
Siempre me acompaña tu beso en la mejilla
Lo veo y sonrío, y me acuerdo y flasheo
Y me sigo pasando la parada del bondi.
Cuando veo departamentos en alquiler
Sueño despierta una vida nueva e independiente
Después recuerdo que el banco tiene mi mísero sueldo
Que no me gusta limpiar, no se cocinar
Y no tengo ni un electrodoméstico. No da.
Como galletitas y me quejo de mi peso
Le tengo miedo a la muerte y sigo fumando
Quiero ser perfeccionista y no me siento a estudiar
Quiero que me miren y no me peino ni me maquillo.
Me gustan los problemas, me considero mala persona.
Estar distanciada con la gente me hace sentir independiente.
Me gustan las mujeres, su cuerpo, su forma de besar
Pero hay una sola persona que puede enamorarme
Y está del otro lado, peinándose el flequillo, rapándose el costado.
Se me acalambra la mano por mi forma de escribir.
Es el precio de creerme superdotada y aprender a los tres años.
Dormir, estudiar, comer, rezar, ayudar, amar.
Jamás podría tener un estilo de vida normal
No me vengas con cuentos, no quiero cambiar.
No me siento bien pero tampoco mal.
Estoy estable. Respiro, escribo, imagino.
No necesito nada más.

viernes, 15 de junio de 2012

Gotta get down on friday.

No me puedo levantar. Me levanto. Tengo frío. Desayunar me da una patada al hígado. Corro. Tengo frío. Pierdo el colectivo. Tarda. Me tomo otro. Viajo sentada. Música. Yrigoyen y Alem. Corro. 324 ramal 9. Llovizna. Universidad. Pasillo. Chicle. Profesor. Impuestos. Charla. Profesor. Evaluación de proyectos de inversión. ¿Qué te pasa, man?. Camino. Banco. No cobro. Estación. Cigarrillo. Colectivo. Estómago revuelto. Galletitas. Chicle. Música. Hambre. Llovizna. Afiche. Camino. Como. Boludeces. Trabajo. Pensar. Pensar. Pensar. Facebook. Twitter. Blogger. Ask. Youtube. Hotmail. Gmail. La puta madre, el banco se quedó con mi plata.

miércoles, 6 de junio de 2012

Instinto animal

Hoy en día la vida gira en torno a las faltas de respeto. Quizás en sí no lo son, pero la sociedad te hace verlas como tales. Vos tenés que dejar de lado tus instintos animales, naturales, para ser quien te dicen que seas. ¿Y por qué? Para no herir a alguien más. Y lo hacés, y sentís orgullo de la persona que sos. Hasta que cruzás la vereda y ves que el resto le importa un bledo lo que sentís. El resto es auténtico, natural, animal... y es feliz así. Siendo individualista, mezquino, casi basura. O más que basura... Pero no tengo derecho a juzgar a nadie, no me gusta que me juzguen así que me conviene no hacerlo.
Así que cada uno hace lo que le viene en gana, pero no le gusta ver lo que le hacen del otro lado. Es todo tan absurdo y molesto, me dan ganas de agarrar mis cosas y mandarme a mudar, así nadie más me ve la cara de pelotuda. Siempre mal, siempre al revés, no cambio más. Y no es la primera vez que digo una frase así... Esto es recurrente, se repite involuntariamente, casi tanto como la respiración o los latidos del corazón, esas cosas que pasan sin que vos te des cuenta. A veces lo llamaría costumbre, o miedo a crecer. Lo admito, tengo miedo a crecer, siempre lo tuve, es un bajón. Me cuesta cambiar de etapa. Pero ahora quiero otra cosa para mí. En primer lugar vivir sola. Pero para eso tengo que ser un poco más organizada y (fundamentalmente) aprender a cocinar porque no se hacer ni un huevo frito. Quiero despertarme sola, levantarme sola, bañarme sola, comer sola, mirar la tele sola, salir cuando se me cante y fumarme un atado de cigarrillos mirando por la ventana mientras la gente camina yendo hacia un punto determinado, teniendo un rumbo fijo. Eso es lo que no quiero, tener un rumbo fijo. Quiero ser libre y hacer lo que se me cante, sacar ese instinto animal que tengo escondido y no quiero sacar.
Por lo pronto me voy a cagar en la gente que se caga en mí, y quizás salga este fin de semana. Plata (supongo que) voy a tener, debería cobrar esta semana, como todos los docentes. Lo necesito, necesito liberarme, estoy harta de vivir respetando leyes ajenas y siguiendo los pasos que me marcan. Estoy enojadísima, déjenme en paz.

sábado, 19 de mayo de 2012

Ahí va: loco, loco, loco.

Vamos, disfruta el presente,
nada hermano es para siempre.
Lleva toda la energía,
siempre dispuesta a ponerla en la vida.
Busca hermano una sensación
que palpite en tu corazón, 
¡Vamos hermano, destruye el bajón!
Tu cuerpo es grotesco y desagradable
Tu sonrisa es sobradora, aniquiladora de sentimientos
Tu carácter es sobreactuado
Tu ego ocupa el noventa y nueve por ciento de tus pensamientos
¡Lo que te importa sos vos, y nadie más que vos!
Estúpido hombre,

Si consiguieras ser un poco más sensible
Comprenderías por qué mi vista ahora apunta a esa mujer.

Lago en el cielo.

Me desperté una fría mañana de otoño, miré mis frías manos, casi moradas. Rocé mis yemas con la palma y sentí una electricidad que me recorrió todo el cuerpo. No quería tiritar, el frío es una de esas cosas que quiero ocultar como si me diera vergüenza. Salí y el viento me dio en la cara, el colectivo tardó mucho, como siempre, es costumbre. Por la ventanilla aprecié un paisaje conocido, familiar, usual. Pensé, reflexioné y hasta me enojé conmigo misma por ejercer tantos cambios juntos sin consultármelos. Observé los rostros desconocidos, uno detrás de otro y ninguno me pareció bello, ni siquiera interesante. Finalmente me pregunté qué me sucedía... y eso se respondió solo, la única razón era su sonrisa, su abrazo y su alegría. No necesitaba nada más.

martes, 21 de febrero de 2012

Renew.

Me dí cuenta que ya medio mundo utiliza el blog como un diario íntimo y me molesta no ser original, o que me pongan a la altura de gente que se copia de mí porque le estassssssha la vena porque no puede ser tan genial como yo (?) Ponele que no soy genial, pero hay cosas que tengo y le gustaría tener a unos cuantos.
En fin, voy a cambiar el formato, lo voy a enfocar de otra manera, voy a imponer vanguardia otra vez! (?)

domingo, 12 de febrero de 2012

Download (or I'll die)

Cuando una tiene twitter todo se torna más sencillo, quizás porque apenas te pasa algo lo escupís y alguno de tus seguidores te baja un cambio (ponele), pero de vez en cuando hace falta un abrazo y/o una palabra de aliento cuando sentís que vas a estallar, y ahí es cuando te das cuenta que la mayoría de la gente que te rodea no aporta nada en absoluto. Existen esas excepciones, como mis amigas, la cena del viernes fue buenísima y me arrancaron risotadas que no largaba hace siglos, pero cuando volvés a casa es la misma mierda y querés enterrar la cabeza en un pozo. ¿Por qué? Porque tu vieja te busca pelea todo el tiempo, porque te das cuenta que mañana empezás a trabajar, que en un mes empezás la facultad, que todavía no cobraste y no tenés un mango en el bolsillo, y no podés siquiera salir con tu novio porque el muy gil cuando agarra $100 se gasta $84 en manga en frente de tu cara, y después te invita un helado cuando lo único que querés hacer es reventarle la cabeza contra el pavimento, lo que hubiese sido acertado, pero después me tildan de intolerante (y lo soy, pero no me gusta que me lo digan). Hoy se fue a un evento de anime, creo que era la Random (lo acompañé una vez, y la idea era acompañarlo, pero no pude) y se compró un mazo de cartas de Yu Gi Oh que le salió $110. ¡Bien, mi amor! ¡Seguí gastando en boludeces que las salidas las garpo yo! ¡En 5 meses cumplís 20 años! Unbelievable. Pero como dicen por ahí "el amor es más fuerte" y la boluda a cuadros se banca todo, porque está enamorada, y el enamorado es ciego, citaría un ejemplo cercano, pero hubo un choque hace un par de minutos así que mi aporte sería demasiado subjetivo. Y nada, acabo de cruzar un par de palabras con mi madre, y la sigo cubriendo, y no se lo merece. Hermana, pelotuda, novia, pelotuda, hija, pelotuda, profesora, pelotuda. No sirvo para nada de lo que me toca ser. Y twitter no tiene tantos caracteres como quisiera para escupir toda esta mierda, ponele que vengo depresiva hace más de una semana y me agarraron algunos ataques de llanto. Nada simpáticos, yo tampoco lo soy, la vida tampoco lo es conmigo. Pero es así, ya me acostumbré, mientras otros eligen su destino yo dejo que otros elijan por mí (siempre pensando en su beneficio, obvio, nadie se tomaría el tiempo de pensar en qué me hace bien...)